Portadores de la Sagrada
Llama:
Estáis siendo llevados paso a paso al
Reencuentro Sideral de vuestras raíces cósmicas. Poco a poco se descorre el
velo que escondía detrás vuestra “Real Identidad” como seres de otros mundos,
estrellas, constelaciones.
Me presento hoy como transmisor de nuevas
palabras que contienen en su fluir, (cuando las leéis de corrido y sin
resistencias), una energía capaz de penetrar hondo en vuestras almas y disolver
lo que queda de ese velo de olvido e ilusión.
En cada uno de vosotros resuenan ya los
primeros acordes de la Sinfonía Cósmica, en la cual cada nota musical es un Ser
Divino, un Hijo de Dios, único e irrepetible. Cada uno de vosotros es “una
nota” única y especial nacida de Instrumentos musicales celestiales (los
Sistemas estelares), los cuales son ejecutados en bella interpretación por
“Grandes músicos cósmicos” (los Regentes de esos Sistemas), y toda esa Sinfonía
es dirigida por el “Director Único de la Orquesta Sinfónica Universal”: El Gran
PADRE de los Cielos.
Vosotros sois las notas musicales os he
dicho, pero no es menos cierto que sois también el “Instrumento musical” desde
donde emanaron, así como que también provenís del espíritu e impulso voluntario
del “Músico” que ejecuta su “instrumento”; y a la vez todos los Músicos,
Instrumentos y Notas emanantes en melodías de vida palpitante, pertenecen al
Padre Creador: El Director de la Orquesta Sinfónica Universal.
Vosotros, junto a los Hermanos mayores y
menores en el Cosmos, sois las notas musicales de La
Música de las Esferas,
pero estáis íntimamente unidos al “Instrumento...”, al “Músico...”, y al
“Director Orquestal”.
Esta Conciencia de Integración, de
Unidad, os debe volver concientes de vuestra naturaleza y Origen Divino y debe
permitir nacer en vuestras almas el profundo sentimiento de Hermandad,
de
Fraternidad Universal.
Comprended estas analogías. Lo que se os
quiere transmitir no es solo un conocimiento teórico, sino un “sentimiento”
acerca de estas Verdades latentes en cada uno de vosotros.
Ocupaos cada uno en “sonar afinadamente”,
a tono con la Armonía universal y con la Voluntad del Gran Director. Sed
dóciles y receptivos a la Sagrada mano del “Músico” que os emana con su
exquisita sensibilidad celestial. Apartad de vosotros las vibraciones densas y
“desafinadas” del odio, los prejuicios, los celos, la envidia, la soberbia y la
crueldad para ‘sonar’ fielmente en los elevados tonos del Amor, la Paz, la
Comprensión y la Sabiduría...
Las “notas musicales” obedientes a la
Voluntad Divina y perfectamente afinadas con las luminosas vibraciones de las
Grandes Virtudes embellecen la “Música Cósmica”, uniéndose conscientemente al
Alma Universal.
Sois protagonistas de la Gran Obra de los
Cielos.
Ocupaos en sonar en armonía con el Sol
Crístico en vuestros corazones.
Yo soy A…, aportando una “nota” a vuestras
almas...
(Recibido el 22/10/05)
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