Una visión de la situación planetaria y de la
función del hombre
dentro de ese escenario.
Nuestro planeta Tierra atraviesa un cambio de eras, y esto
implica un cambio vibracional, energético en todo su “Cuerpo” de manifestación.
Por lo tanto, todo lo que vive en Su Cuerpo, minerales, vegetales, animales y
humanos, se ven de una u otra forma afectados por este proceso al cual podemos
llamar “Elevación” espiritual ó “Ascensión” luminosa.
Desde el punto de
vista de la Teosofía, esto se explica perfectamente. Existe en toda
manifestación de la Vida (Manvantara)
un “arco descendente” o involutivo en el cual ‘AQUELLO’ inmanifiesto procede a
manifestarse desde lo más etéreo y sutil (regiones supra-espirituales) hacia la
densitud de la materia más pesada; y existe el “arco ascendente” o evolutivo,
que consiste en el “regreso” de las Chispas espirituales ya conscientes (almas mortales
ascendentes) desde la Materia hacia el superior Espíritu.
El Planeta Tierra se encuentra
pasando apenas el punto medio entre ambos ‘arcos’, en el arco ascendente o
evolutivo; quedándole por delante un largo sendero de Retorno a la Fuente.
Durante este Retorno, la palabra ASCENSIÓN podrá ser empleada permanentemente,
ya que todo está ascendiendo en vibración, hasta la Unidad espiritual de la
Vida. El proceso completo, hasta la séptima ronda (estamos en la 4°), llevará
eones de tiempo (de acuerdo a nuestro tiempo solar).
Se dice que en la actualidad, energías poderosas, nuevos
efluvios vibracionales, llegan a la Tierra desde el centro de la Vía Láctea,
y desde más allá. Estas Energías espirituales que vienen del centro de nuestra
Galaxia, pasan por nuestro Sol (de allí las explosiones solares
frecuentes), y desde allí, entran en nuestro planeta por los 2 Polos
magnéticos. Por el polo norte se dice que ingresan las energías Yang, y por el
polo sur, ingresan las energías Yin (femeninas). Ambas energías están viajando
por “LA COLUMNA VERTEBRAL DE LA TIERRA”, la Cordillera de los Andes, para
encontrarse en el Ecuador y desde allí nutrir la Tierra completa. Pero, este
proceso cósmico natural está siendo interrumpido por la masa de energía
psíquica negativa creada y sostenida por aquella parte de la humanidad que
conserva los viejos patrones de vida y se resiste al vital CAMBIO. Estas
energías negativas y la energía de resistencia producen bloqueos energéticos
(nódulos planetarios) en ciertas zonas que las nuevas energías deben recorrer y
atravesar. Es justamente allí, en esas zonas, donde ocurren los terremotos,
sismos, tornados y erupciones volcánicas.
Si vemos lo que ocurre en el cuerpo humano, en sus
meridianos de energía, cuando hay bloqueos, podemos saber lo que en el Cuerpo
planetario ocurre, ya que es lo mismo, pero a mayor escala.
En síntesis: Lo que está ocurriendo es que la Tierra está
recibiendo gran y especial afluencia de “vitalidad cósmica”, la cual
debe redistribuir en todo Su Cuerpo, pero existen bloqueos (discordia
psíquica), cuya resistencia genera ‘desbloqueos
drásticos’, para que la energía finalmente pueda fluir libremente. Estos “desbloqueos
drásticos” son inevitables ya, por que gran parte de la humanidad permanece en
resistencia, apegada a lo material. Por lo tanto eventos drásticos a nivel
material ocurren y ocurrirán, hasta que el desbloqueo llegue a su fin.
No obstante, la labor mancomunada de los hombres de Fe,
pueden crear las condiciones energéticas cada vez más propicias para que las
energías cósmicas entrantes al planeta encuentren nuevas líneas de luz para que
esas energías se integren adecuadamente. Esto es trabajar unidos en la creación
de REDES DE LUZ.
¿Cómo hacerlo?
En primer lugar, siendo conscientes de que SOMOS LUZ. Sin
esta premisa no es posible trabajar en la Red de Luz. (Esto implica la
desidentificación de la conciencia de los vehículos materiales.)
Luego, trabajar en un grupo, en oración y meditación,
guiados por la misma intención. Si no te es posible estar en un grupo por el
momento, ser consciente que todos somos miembros del Gran Grupo de Servidores
de la Luz en la Tierra, y que por lo tanto, aunque estés, o te parezca estar
solo en tus meditaciones, no lo estás, pues estás unido por ‘hilos invisibles
de luz’ a miles de hermanos que trabajan por la misma causa. Trabajar con esta
consciencia.
En cada sitio donde se celebran meditaciones, oraciones, y
ceremonias sagradas, se forma una “antena de Luz”, es decir, un punto focal de
unidad de la RED DE LUZ.
Hay quienes trabajan en la Red de Luz Planetaria de una
forma más consciente, recordando intuitivamente su origen solar y cósmico y
reconociendo así su Dharma (Misión), y otros que, sin saberlo, contribuyen
igualmente a esta misión planetaria.
Por eso considero que trabajar
con consciencia de unidad es lo más importante en estos tiempos.
El siguiente Mantra se recibió hace años (2007) con este
propósito de trabajo:
MANTRA DE UNIFICACIÓN O ‘DE LA TRIPLE UNIDAD’
QUE LA UNIDAD ENTRE NUESTROS CORAZONES
SEA INDESTRUCTIBLE
QUE LA UNIDAD ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA
SEA INDESTRUCTIBLE
QUE LA UNIDAD DE PROPÓSITO (1)
SEA INDESTRUCTIBLE
YO SOY ESTA TRIPLE UNIDAD INDESTRUCTIBLE.
1-
La ‘unidad
de propósito’ es el servicio con una misma intención grupal, de todos los
grupos solares en Tierra: ser Puentes-canales de Luz entre el cielo y la
tierra, para permitir el proceso de Ascensión planetaria y la iluminación de
las Almas humanas.
La frase “QUE LA UNIDAD DE PROPÓSITO” puede
reemplazarse por la frase: “QUE LA UNIDAD CON EL PROPÓSITO SOLAR” (‘sea
indestructible’).
Visita también “La Gran Afirmación”,
para este tiempo, en: